Los que digan que la esperanza está perdida, como Clarín, mienten.
Tesis
Será preciso ubicarlos en un tiempo histórico
preferentemente dentro del materialismo dialéctico
para encausarlos en un año donde el mundo era el re-verso.
Supongamos que dos entes
antológicamente situados
en mesas contrarias de militancia
por alguna divina razón
se encontraron.
Ana, la del Bloque, tenía veintiún años.
Se estrenaba partidaria hace pocos meses,
y se habían cumplido diez cuando…
…bueno, cuando pasó lo que todos sabemos y contamos.
Quienquiera conocer al Tano
debería saber primero que no era simpatizante
ni del MAS ni del Partido Obrero.
no creía en la Juntada ni en la Democracia obrera
detestaba a la Franja morada
y a la izquierda socialista,
y ni hablar del pe-te-ese.
El tano era oficialista. Por así decirlo y sin rodeos.
El tano, el de La Cámpora.
El peronista.
El enemigo interno.
Antítesis
Remontémonos a las míticas luchas
obrero-estudiantiles
y pensemos que no es el caso
en el que se atrajeron dos opuestos.
Sino más bien lo contrario.
Porque la experiencia lo confirma,
en el año 2008, esta historia ya había pasado.
Y no estoy hablando de dos marxistas
ni de dos trotskos o dos peronistas.
Me refiero a que dos clases
(porque clases es la palabra que comparten
pero le podemos sumar también lucha
así somos todos iguales)
ya se habían encontrado.
Porque Ana, oh, Ana, estabas en el cebecé cursando filosofía
cuando lo viste entrar hablando de una deuda externa que se iba a cancelar
Y vos pensabas “qué deuda, que la crisis capitalista la paguen los capitalistas”,
y así cada vez que lo escuchabas pasar, porque realmente lo odiabas
a él y a su forma de decir “nosotros”
Cuando no estabas incluída.
Síntesis
El tano de La Cámpora, el inmigrante kirchnerista.
Ya que estamos en contexto, podemos decir de él
cualquier cosa
como decir que nunca lo conocí, ni lo ví pasar por ningún pasillo
ni me lo crucé en ninguna marcha.
Porque claro, nosotros los que luchamos
tenemos claro cuál es el enemigo.
Todo es grupo, todo es falso, y aquel, el que está más alto, es el gobierno corrupto, populista, hipócrita y falso socialista, que manipula y extorsiona, que reprime y dónde está Julio López, que los presos políticos y que mirá Cristina, qué popular…
(...es el gobierno con más presos por luchar).
Pero él, “asignación universal por hijo, compañeros, la ley de medios, el matrimonio igualitario”…
La burocracia sindical…
(Pensó Ana)
Los pobres obreros de Paraná-Metal…
(Pensó él)
Se cierra la lista de oradores.
(Dijo el otro)
Y una vocecita un poco alejada,
remotamente predecible
(Porque era una no agrupada)
después de la asamblea, cuando casi todos dormían
y sólo algunos quedaban despiertos
Dijo:
“Ana, él es el Tano, de historia.
Tano, ella es Ana, de filo.”
Y tanto Ana como el Tano vieron que llevaban consigo
los tres estigmas de la lucha:
el morral,
el mate
y el panfleto.
Nada se dijeron.
Pero se cuenta por ahí que una sola bolsa de dormir
Bastó para los dos esa noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario