jueves, 18 de agosto de 2011

Carta de recomendación

No te pienses vencido con disfraces de porcelana

hay un rostro más puro

debajo de esa cáscara de células muertas

tenés que dejarlo ver

tocar con las mejillas y pinchar los párpados

para sentir que todavía está

y no se ha vuelto de palo.

Quería contarte cómo aún teniendo

la certeza de que no lo sé

hay una infinidad de datos

que te faltan conocer de vos mismo

porque verte cayendo en el piso

como una metáfora de la muerte

se parece bastante a lo que dicen tus pestañas

cuando están tus ojos cerrados

y vaya a saber uno lo que saben

lo que omiten

lo que dejan

lo que mienten


No te tumbes.


Un día escuché tu voz alterada

y pensé en decirte que era algo

que no había notado nunca.

Porque tu voz es suave:

usala.

No hace falta un léxico ilustrado,

falta que te cargues de fuerza

para encontrarte diferente,

reencontrarte y esperarlo.

cuando lo veas realmente,

y sientas que vale la pena

dejar de pensarte menos

menos de lo que sos

de lo que ves

de lo que es

la vida

cuando uno no espera

tenerse frente a sí mismo

ni a la verdad con las patitas quietas

gritando a viva voz

que uno se equivoca

y sabiéndolo

ir irremediablemente al encuentro

y entendiéndolo

saber una baba ajena

y pudiendo

irte con cualquiera

hacés que el mundo pierda sentido

y dejás que una luz de asombro se encienda

porque la oscuridad de la noche

cuando se enfría la noche y la cama

no es un síntoma muy preciso

pero dice que la decisión

está errada:

Deberías apurarte y vestirte.

dejarme sola, dormida, acostada.

e ir corriendo desnudo

para que pises

el suelo finalmente

bajo la piel de tus dedos

que te pinches bien fuerte

y goces el dolor

y pienses en vivir

en vencer, en fingir aunque sea una

voluntad pequeñita

de encontrarte frente a

quien

pararte

no

te deja

y decirle con palabras,

(porque siempre hace falta palabras)

que era la hora perdida

que estabas recuperando

el aliento

y las ganas de

perderte por un rato

en la ensoñación primitiva

del hombre pequeño que sos.


No temas de verte

entonces

parado, desnudo, hablando

frente a un espejo.


Ella sabrá bien qué hacer

cuando aceptes tu papel

y dejes de ser mal actor.

Y para cuando la encuentres,

no te aprendas un guión de memoria:

siempre es mejor recorrerse a uno con el dedo

para saberse vivo y entonces

así

sabrá reconocerte;

verá las cosas que fui enumerando

y te verá descosido.


Yo te dejo una puntada de hilo,

un piloncito de sobres


…y un par de alfileres.

martes, 16 de agosto de 2011

La petite mort

Decir que dos cuerpos yacen

Entre sábanas y humedad

Es decir poco.


Porque decir yacen

Es decir

Que se han muerto

Y descansan los restos impares

De los dos.

Carta abierta a un tirapiedras


a Moisés


Carta uno:

tengo un hermano de viaje.

por eso me dispongo a escribirle

para que sepa que desde Buenos Aires

espero se alegre con lo que tengo que decirle.

Las noticias por acá son buenas

en general, algunas, no todas,

porque no quería preocuparlo

contándole las pocas novedades obvias.

Pensé en empezar por mi semana

y decirle que dejé la banana

--------------------------------------porque empecé la dieta

ahora sólo como manzanas

-------------------------------------y sopas diet para la cena.

La semana siguiente me enfermé

me costaba respirar por las noches

estuve medicada unos días

casi me muero.

y exagero, no “casi”.


Morí y estorbo.


Del resto del tiempo no recuerdo mucho

hay cosas que mantengo confidenciales

las elipsis cotidianas no me hostigan tanto

y cuando vuelvas por supuesto, pienso contarte.



II


Carta dos


Te espero con temor y con ganas de abrazarte

porque acabo de enterarme en las noticias

que ocurrieron hechos tan abominables

que prefiero pensar que son ficticias.


Presentí que estrías allí con ellos

porque tu alma de cruzado te hizo militante

y espero que la suerte no me diga

que algún daño te hicieron esa tarde.


Estar a la espera de un dato preciso

me abstrae de cualquier cosa que pase

pienso en que estás detenido y


menos mal que te conectaste.


Me contaste que estabas pendiente

de lo que en tu patria necesitasen

de vos,

los estudiantes

que pedían

educación

gratuita

laica

oportunidades.


En tus

vacaciones de una

historia repetida

para vos

un leitmotif

como un semblante.


También sé que estás tomando mucho

porque allá acostumbran a darle

al alcohol

como acá,

y ahora que estás allá,

te pido que te cuides

y me vuelvas entero

para la semana entrante.


III


Carta tres y

me impaciento porque no hay noticias

de lo que sucede del otro lado

de la cordillera.

acá te espera,

tu amiga-hermana-a veces madre,


(Te escribo un mensaje secreto

para que veas que me preocupaste.)


Hermano chileno tirapiedras:

aunque así dicho suene ofensivo

te espero con piedras de cuyo en el bolsillo

para que no extrañes.

te espero con venas marcadas por fuera

y con palos y bombas de humo y camiones hidrantes.

Te quiero ver firme

para cuando marches en esta tierra parecida

que tanto tiene y viniste a darle

que es generosa en aspectos indecibles

(pero estamos plagados de elipsis

y de discursos errantes.)


Quería contarte que también

te espero

con el mismo jefe de gobierno

en esta ciudad de magnates

con una docena de facturas que me salió veinte pesos

y un sueldo que cobré hace poco,

de una suplencia que hice meses antes…


A fin de cuentas, verás hermanito

que las cosas acá no han cambiado mucho

(aunque trate de pensar en cómo contarte

para cuando vuelvas y encuentres

el mismo caos repetido)


Quizás cruzando la frontera

hayas encontrado la fuerza y la saques

para afuera

cada vez que te digan

que tenés que rendirte

y que no van a escucharte

que vas a perder porque sos minoría

que a nadie le importa que seas estudiante

que aunque estudies en argentina

y en Chile estés de visitante

tu nacionalidad no marca tu vida

nosotros preferimos decir

los“internacionales”

con un trazo de tinta marcado

en la herida de ver reprimida

a la fuerza militante pequeña

con la que te encontraste.


Cerraron la frontera.

Estado de sitio.

Yo postrada y enferma.


El patova de Puan

--------------------sigue comprando

---------------------------------------feromonas.


Y mientras otros regresan a sus casas

luego del trabajo

o repensando alguna condena

el resto se mueve como gusanitos

en un pedazo de carne.


Ví una foto en un diario, hace unas horas.

las cabezas se veían tan chiquitas

entre el humo como una virulana

a punto de oxidarse

que sentí que necesitaba escribirte


y mandarte estas líneas


que pensaba guardarte.