a Moisés
Carta uno:
tengo un hermano de viaje.
por eso me dispongo a escribirle
para que sepa que desde Buenos Aires
espero se alegre con lo que tengo que decirle.
Las noticias por acá son buenas
en general, algunas, no todas,
porque no quería preocuparlo
contándole las pocas novedades obvias.
Pensé en empezar por mi semana
y decirle que dejé la banana
--------------------------------------porque empecé la dieta
ahora sólo como manzanas
-------------------------------------y sopas diet para la cena.
La semana siguiente me enfermé
me costaba respirar por las noches
estuve medicada unos días
casi me muero.
y exagero, no “casi”.
Morí y estorbo.
Del resto del tiempo no recuerdo mucho
hay cosas que mantengo confidenciales
las elipsis cotidianas no me hostigan tanto
y cuando vuelvas por supuesto, pienso contarte.
II
Carta dos
Te espero con temor y con ganas de abrazarte
porque acabo de enterarme en las noticias
que ocurrieron hechos tan abominables
que prefiero pensar que son ficticias.
Presentí que estrías allí con ellos
porque tu alma de cruzado te hizo militante
y espero que la suerte no me diga
que algún daño te hicieron esa tarde.
Estar a la espera de un dato preciso
me abstrae de cualquier cosa que pase
pienso en que estás detenido y
menos mal que te conectaste.
Me contaste que estabas pendiente
de lo que en tu patria necesitasen
de vos,
los estudiantes
que pedían
educación
gratuita
laica
oportunidades.
En tus
vacaciones de una
historia repetida
para vos
un leitmotif
como un semblante.
También sé que estás tomando mucho
porque allá acostumbran a darle
al alcohol
como acá,
y ahora que estás allá,
te pido que te cuides
y me vuelvas entero
para la semana entrante.
III
Carta tres y
me impaciento porque no hay noticias
de lo que sucede del otro lado
de la cordillera.
acá te espera,
tu amiga-hermana-a veces madre,
(Te escribo un mensaje secreto
para que veas que me preocupaste.)
Hermano chileno tirapiedras:
aunque así dicho suene ofensivo
te espero con piedras de cuyo en el bolsillo
para que no extrañes.
te espero con venas marcadas por fuera
y con palos y bombas de humo y camiones hidrantes.
Te quiero ver firme
para cuando marches en esta tierra parecida
que tanto tiene y viniste a darle
que es generosa en aspectos indecibles
(pero estamos plagados de elipsis
y de discursos errantes.)
Quería contarte que también
te espero
con el mismo jefe de gobierno
en esta ciudad de magnates
con una docena de facturas que me salió veinte pesos
y un sueldo que cobré hace poco,
de una suplencia que hice meses antes…
A fin de cuentas, verás hermanito
que las cosas acá no han cambiado mucho
(aunque trate de pensar en cómo contarte
para cuando vuelvas y encuentres
el mismo caos repetido)
Quizás cruzando la frontera
hayas encontrado la fuerza y la saques
para afuera
cada vez que te digan
que tenés que rendirte
y que no van a escucharte
que vas a perder porque sos minoría
que a nadie le importa que seas estudiante
que aunque estudies en argentina
y en Chile estés de visitante
tu nacionalidad no marca tu vida
nosotros preferimos decir
los“internacionales”
con un trazo de tinta marcado
en la herida de ver reprimida
a la fuerza militante pequeña
con la que te encontraste.
Cerraron la frontera.
Estado de sitio.
Yo postrada y enferma.
El patova de Puan
--------------------sigue comprando
---------------------------------------feromonas.
Y mientras otros regresan a sus casas
luego del trabajo
o repensando alguna condena
el resto se mueve como gusanitos
en un pedazo de carne.
Ví una foto en un diario, hace unas horas.
las cabezas se veían tan chiquitas
entre el humo como una virulana
a punto de oxidarse
que sentí que necesitaba escribirte
y mandarte estas líneas
que pensaba guardarte.
1 comentario:
Precioso, Q.
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