Las hormigas, estoy convencida, son el ejemplo de sociedad más organizada.
Las hormigas argentinas son la única especie que ha logrado colonizar todas las regiones del planeta. Nada fácil de hacer.
He aquí, una breve reseña sobre ellas.
Una hormiga obrera vive para obedecer a la reina. Y, sí, sólo la reina puede volar. Para esto, cuenta con alas, como las mariposas, los mosquitos y las moscas… y las abejas reinas.
Y sólo la reina puede procrear.
Es portadora de la fecundidad.
En el nivel más bajo, las obreras pasan sus días enfrentándose a los peligros del mundo exterior al gran hormiguero en donde viven.
Todas residen en el mismo lugar.
Son como comunidades bastante cerradas.
Digamos que, como está en la naturaleza de los seres del reino animal, tienen un espíritu guerrero, y les hacen guerra a las demás hormigas por múltiples razones. Sea para ganar territorio, porque las han invadido a ellas, o porque las otras son coloradas y no negras… Siempre están en conflicto.
Volviendo a la vida de la hormiga promedio, la obrera, se podría decir que procuran sobrevivir para traer alimento al hormiguero. Por eso no van a la guerra.
Y porque su estatus no le permite acceder a otra cosa.
Por más bailarinas o soñadoras o visionarias que sean.
La reina decide todo.
Porque es la ley de la naturaleza; ella tiene el poder, el dedo que acusa y la mano que perdona.
Cuando una hormiga muere… Es simplemente reemplazada por otra.
Pero cuando la Reina muere, el trono pasa a su hija mayor. La heredera se inicia entonces en la labor de su madre.
Una máquina de hacer hormigas, hasta el día en que muera.
Para perpetuar la especie.
Más de miles de hormigas a través del tiempo han sobrevivido porque han hecho exactamente lo mismo durante años, sin cuestionarse por qué.
Quizás sólo haya una única razón o respuesta.
Para perpetuar la especie.
Como un espiral eterno, como un vaivén infinito, como un mensaje divino, como la peor especie, como un estancamiento, como un abismo intransitable,
…Como los hombres.
Como un dibujo sin terminar, que ya ha sido pintado.
Las hormigas argentinas son la única especie que ha logrado colonizar todas las regiones del planeta. Nada fácil de hacer.
He aquí, una breve reseña sobre ellas.
Una hormiga obrera vive para obedecer a la reina. Y, sí, sólo la reina puede volar. Para esto, cuenta con alas, como las mariposas, los mosquitos y las moscas… y las abejas reinas.
Y sólo la reina puede procrear.
Es portadora de la fecundidad.
En el nivel más bajo, las obreras pasan sus días enfrentándose a los peligros del mundo exterior al gran hormiguero en donde viven.
Todas residen en el mismo lugar.
Son como comunidades bastante cerradas.
Digamos que, como está en la naturaleza de los seres del reino animal, tienen un espíritu guerrero, y les hacen guerra a las demás hormigas por múltiples razones. Sea para ganar territorio, porque las han invadido a ellas, o porque las otras son coloradas y no negras… Siempre están en conflicto.
Volviendo a la vida de la hormiga promedio, la obrera, se podría decir que procuran sobrevivir para traer alimento al hormiguero. Por eso no van a la guerra.
Y porque su estatus no le permite acceder a otra cosa.
Por más bailarinas o soñadoras o visionarias que sean.
La reina decide todo.
Porque es la ley de la naturaleza; ella tiene el poder, el dedo que acusa y la mano que perdona.
Cuando una hormiga muere… Es simplemente reemplazada por otra.
Pero cuando la Reina muere, el trono pasa a su hija mayor. La heredera se inicia entonces en la labor de su madre.
Una máquina de hacer hormigas, hasta el día en que muera.
Para perpetuar la especie.
Más de miles de hormigas a través del tiempo han sobrevivido porque han hecho exactamente lo mismo durante años, sin cuestionarse por qué.
Quizás sólo haya una única razón o respuesta.
Para perpetuar la especie.
Como un espiral eterno, como un vaivén infinito, como un mensaje divino, como la peor especie, como un estancamiento, como un abismo intransitable,
…Como los hombres.
Como un dibujo sin terminar, que ya ha sido pintado.