domingo, 27 de abril de 2008

De reclamos y deudas imaginarias


Es gracioso ver como todos los recuerdos no me conducen al pasado sino a este presente.
Ya no me puedo desviar de mis instintos, no quedan más armas con las cuales matarme una y otra vez cada vez que te apareces por estos lugares.
Así que sólo quería decirte que me encontrás en el borde de lo que la conciencia pude detener de mis actos.
Por eso, si ves que ya no respondo de mi misma, no dudes en pensar que es por tu culpa.
Adivino que no imaginabas que iba a llegar a este punto.
Sé que muy por dentro querías que sucediera, pero otra vez aquí sucede y no sabés qué hacer.
¿Qué harías con un millón de dólares?
¿Qué harías si encontraras un buen amor?
No lo sabrías.
Yo te espero, lo hago en silencio como desde hace ya… parece tanto tiempo…
No se me va a pasar la vida de esperar.
Pero quizás sí pase la tuya por delante de mí y me deje pasar.
No quiero arruinar nada, por eso estas palabras nunca saldrán de sus letras.
Si dios existiera y supiera cuánto te quiero no imaginaría forma de hacértelo saber sin que te sobresaltaras… Sin que huyeras mil veces del momento en que me conociste.
Todo esto, o lo poco que sea.. esta llegando a un punto en que me encuentro atrapada..
Estoy estancada en la cornisa de mis deseos, de mis impulsos naturales.
No puedo decir una palabra sin haber pensando antes miles de tequieros que nunca serán pronunciados.
Así, por cada vez que te vea van a haber cientos de cariños acumulados para ti.
Espero que algún día vengas a reclamarlos.

No hay comentarios: