domingo, 24 de abril de 2011

Permeabilidad de tus ojos

¿Te acordás de la fracción de segundo, en que tus ojos se incrustaron

En mi retina?

¿Te acordás?

¿De mis botas saltando de una punta a la otra

Y vos en la esquina

Mirando?

Yo me acuerdo

porque me quedó la espina en el dorso del labio

(que es el lado de adentro de mi boca)

Que ahora intenta decirte

No fueron tus ojos, fue la permeabilidad de las horas.


¿Te acordás de la densidad del tiempo, cuando te estabas yendo

y te ibas distraído

abstraído, en silencio?

Yo me enloquezco.

Esta hora no es la mía y espero el recuerdo

Haciendo fuerza en la grieta de la memoria

Me callo la boca

y me meto los dedos

en la garganta, toco la úvula

y entonces se asoma la palabra

se vomita la duda

y escupo la gloria:

La única imagen que tengo es de lo negro de tus pupilas.


¿Te acordás de lo frío del viento, a esa hora de la noche

y el cielo rojo, rojo de tarde que era

como un enojo áspero y viejo?

Yo me lo acuerdo,

Me quedó el gusto a bebida

-sólo ese gusto me dí ese día-

¡Me quedó esta euforia!

¡Me quedé como herida!

Me quedó una sola voz de mentira

una visión de lo que era tu boca

un ligamento entre vos y mi rastro.


Erizados los pelitos de los brazos,

me quedaron escandalizados

en el resto del cuerpo.


2 comentarios:

Gonzinko dijo...

Sos una bestia. Muy bien este tambien

Quappi dijo...

ey, muchas gracias, al menos, por leerte toda esta página de textos y barrabasadas delirantes.
También por tener un blog tan lleno de prosa, de rosa, de sapo y de sopa.
Nos leemos!