El niño que ahora es perro
Es sólo él y su instinto
Librado a la suerte de la noche
Entre recuerdos de algunas noches,
de cicatrices nuevas
y heridas conocidas.
El niño que ahora es perro
No se halla en la ciudad
Busca huecos por la calle
Para él ahí está la vida.
El niño que ahora es perro
Juega con lo oscuro
E imagina que es certero
que algún día amanecerá despierto
y no envuelto de frío
y muerto de miedo.
Entonces camina.
Rellenando donde no hay
Inventando lo que sobra
De las sobras de otros perros
Siempre yendo a todas partes
siempre dueño de lo que haya,
siempre demasiado tierno,
siempre demasiado pequeño,
siempre demasiado corrompido
por haber nacido perro.
Y aunque el niño perro
No pida monedas
No reparta tarjetas
Ni se fije si su ropa está sucia
O no le de vergüenza su torpeza,
el niño perro ya no es niño.
Quizás alguna vez lo fuera
Nacido en la perrera
De la vida y del destino.
Porque aprendió a ladrar temprano.
Y adiestró su olfato a la comida
Sobreviviendo a sus propias horas
Riendo.
Siempre riendo.
Porque su voz,
su voz es dulce.
Quién pudiera confundirla
si es el niño perro,
el niño perro que siempre vemos
fingiendo que no lo sabe.
Que no es niño
Que es un perro.
Leyenda de la foto "Massa te mira".
1 comentario:
Es medio triste pensar que a veces uno se siente un toque niño perro.
Sentí que las cuatro primeras estrofas hablaban de mi. Mucha oscuridad y poca luz.
Me impresiona para bien la cantidad de analogías que se pueden establecer entre aquel niño y lo que significa "ser humano".
Esto es hermoso, Cuapi. Profundo, triste, bello.
Una vez un chico comentó en mi blog que él sentía que las palabras tomaban vida, algo así. Que se salían del monitor para movilizar algo.
Desde ese día considero que si un texto moviliza una partecita de aunque sea un solo ser humano, ya está. Ese texto sirve.
Y no es que uno escriba para ser útil, a veces más bien lo hace porque le es útil a uno.
Pero vamos, que si existe el blog es para compartir. Para sacar tantas cosas que uno guarda adentro, para mostrar un poco lo que es uno. O lo que no.
Y está bueno que en ese compartir, uno se quede con algo, y los demás también. Aunque nunca lo digan, cosa que suele suceder en estos espacios.
Me alegra haber encontrado este blog.
Me haré habitué, lo sé.
Un abrazo, niña.
Que estés bien.
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