martes, 3 de julio de 2012

Alma de botinera



Tengo alma de botinera.
Nací marcada a fuego por el destino como Esperanza Hóberal
y sé que mis dotes para escribir poemas son tan grandiosos
que se materializaron en forma de pelotas de fútbol 5 cuando me hice mujer.
Me gusta escucharlos hablar sobre pases y penales,
(a los hombres que juegan al fútbol y me hablan de teoría o se ponen a filosofar)
no entiendo un carajo,
pero me encanta.
A mí, ni me escuchan.
Hablo en plural porque ya lo dije,
tengo alma de botinera,
y mis aspiraciones no son altas sino múltiples:
voy de botín en botín, haciendo correr la bocha por el césped
gritando cada tiro de esquina como si fuera
el último grito que fuera a hacer en la Tierra
(y se lo dedico a todas las mujeres que siempre dejan todo en la cancha, como yo
que también tengo aptitudes de delantera).
Tengo alma de botinera,
aprendo de fútbol y se me pega el decir “fobal”,
comento los partidos y también sé sobre la B Nacional,
pero sobre todo, mi alma de botinera es auténtica.
Antes que las vedetongas salieran en la tele
yo ya los miraba en la hora de gimnasia mientras corrían a la pelota en el colegio
soñando que algún día
algún día,
esos piernudos sexis de peinados locos
me iban a empezar a perseguir
con sus ganas de marcarme un tanto de media cancha
para gritar “gol, Florencia, gol”
con un grito que los dejara sin garganta.

Mientras yo, por dentro
medio en venganza les replico (con una falta
que ningún árbitro observó):

“Son todos putos la puta que los parió”.

Son todos putos, 
la puta que los parió.

1 comentario:

A girl called María dijo...

jajajajajaj me cagué de risa con este poema, muy bueno.


Alta pelota numero cinco mama